
¿Estamos ante una nueva carrera armamentista nuclear?
El SIPRI advierte que los nueve países con armas nucleares intensificaron su modernización, en un contexto marcado por tensiones, nuevas tecnologías y menos control.

El mundo atraviesa un momento crítico en materia de seguridad nuclear. De acuerdo con el Anuario 2025 del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), los nueve países que poseen armas nucleares están modernizando sus arsenales a un ritmo acelerado, revirtiendo una tendencia de desarme sostenida desde el fin de la Guerra Fría. Actualmente, se estima que existen 12,241 ojivas nucleares en el mundo, de las cuales unas 9,614 están listas para su uso militar.
Estados Unidos y Rusia concentran el 90% del arsenal global y mantienen al menos 2,100 ojivas en estado de alerta operativa. Sin embargo, el crecimiento más acelerado se registra en China, que ya superó las 600 ojivas y produce cerca de 100 nuevas cada año. India, Pakistán y Corea del Norte también amplían su capacidad nuclear, mientras que Israel —sin reconocer oficialmente su arsenal— moderniza sus instalaciones.
El SIPRI alerta sobre el deterioro de los acuerdos internacionales que limitaban la expansión de este armamento. El tratado Nuevo START, que expira en 2026, no muestra señales de renovación, y los expertos advierten que el abandono de estas herramientas de control agrava la incertidumbre global. En paralelo, algunos países europeos de la OTAN se han mostrado dispuestos a albergar armas nucleares estadounidenses, mientras Rusia afirma haber trasladado algunas a Bielorrusia.
La creciente sofisticación tecnológica añade nuevas complejidades. La inteligencia artificial, el desarrollo de sistemas cibernéticos y el uso militar del espacio exterior influyen en los sistemas de disuasión, aumentando los riesgos de errores de cálculo. El SIPRI advierte que un fallo técnico podría bastar para detonar una catástrofe nuclear, por lo que llama a mantener el control humano sobre las decisiones de lanzamiento.
El contexto de rearme no solo refleja la tensión entre potencias tradicionales. La retórica nuclear ha aumentado y más países evalúan desarrollar o recibir armamento atómico. En Asia, la rivalidad entre India y Pakistán sigue siendo motivo de preocupación, mientras que Corea del Norte avanza hacia una expansión “ilimitada” de su programa nuclear.
Para los analistas, el rearme nuclear no garantiza la seguridad. Por el contrario, incrementa el riesgo de conflictos accidentales. “Las armas nucleares no han impedido las guerras. Solo han hecho el panorama más inestable”, concluye Matt Korda, investigador del SIPRI. El mundo, aseguran, podría estar entrando en una nueva y más peligrosa carrera armamentista.